Un punto delicado en cualquier sistema operativo es el soporte de hardware. Los usuarios de Linux han luchado durante años contra el rechazo o la falta de interés de algunos fabricantes, pero en el caso de Microsoft, la historia es mucho más ruidosa. La Web está repleta de anécdotas sobre impresoras, scanners, cámaras y otros dispositivos que funcionaban bien en una versión de Windows, sólo para esfumarse en el aire con la edición siguiente. Tanto Microsoft como el resto de las compañías afectadas argumentan que estas decisiones de soporte siempre se toman pensando en la experiencia del usuario, pero si sólo se escuchan críticas, uno tiende a pensarlo dos veces. Las últimas versiones de Windows funcionan bastante bien en hardware actual, pero si tenemos en cuenta el anuncio más reciente del vicepresidente Terry Myerson, se vienen algunos cambios.

La regla es «nuevo software para nuevo hardware», indpendientemente de las intenciones del usuario
A esto se suma la confirmación de que la próxima generación de procesadores, representada por la arquitectura Kaby Lake de Intel, Bristol Ridge de AMD, y la serie 8996 de SoCs Qualcomm, sólo será soportada por Windows 10. Otro aspecto curioso del anuncio es que no hace ninguna mención sobre las versiones de Windows destinadas a servidores. Estamos completamente convencidos de que muchos usuarios con sistemas Skylake o superiores tratarán de instalar Windows 7 o Windows 8.1 de todos modos, y si bien podrán hacerlo (después de todo, el instalador debería permitirlo) el mensaje de Redmond es que no darán soporte oficial a esas configuraciones. Imagino que a los fabricantes les agradará la idea, pero el mundo empresarial se mueve con otras reglas, otras herramientas, y otros tiempos.
Fuente:
http://www.neoteo.com/microsoft-anuncia-cambios-en-el-soporte-de-hardware-para-windows-10
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