miércoles, 21 de abril de 2021

Visual Studio 2022 se pasa a los 64 bits: adiós a su mayor limitación

 


Visual Studio es el IDE de programación oficial de Microsoft diseñado especialmente para la creación de programas para Windows e infraestructuras para Azure. Este es uno de los entornos de programación profesionales más utilizados que podemos encontrar, estando especializado en C++, .NET y Visual Basic. Este IDE lleva décadas entre los usuarios, sin embargo, desde siempre ha ido arrastrando un problema, y es que al crear proyectos muy grandes el software daba problemas al no poder usar más de 4 GB de memoria RAM. Por suerte, la nueva versión 2022 acabará, por fin, con este problema.

Aunque hoy en día prácticamente todos los ordenadores y todos los sistemas operativos son de 64 bits, aún hay muchos programas que aún siguen funcionando en 32 bits. Algunos sistemas, como Linux, bloquean por defecto los programas x86 para funcionar exclusivamente en x64. Sin embargo, Windows no es uno de ellos. El sistema operativo de Microsoft puede funcionar sin problemas con todo tipo de programas, tanto de 32 bits como de 64 bits. Y si queremos bloquear los 32 bits en Windows tenemos que hacerlo a mano, y es peligroso.

Lo extraño es encontrar software tan avanzado, como puede ser un IDE de programación, que aún funcione en 32 bits. Y aunque el IDE funciona sin problemas, los usuarios que crean proyectos grandes (como programas complejos, o juegos) se encuentran con que, como el IDE no puede usar más de 4 GB debido a la limitación de la infraestructura, este se bloquea y va muy lento.

Por suerte, Visual Studio 2022 va a acabar con este problema, además de traer otras muchas novedades.

Visual Studio 2022: soporte para 64 bits y otras novedades

Sin duda, la principal novedad que encontraremos en el nuevo Visual Studio 2022 es el soporte para los 64 bits. Si instalamos esta versión, el entorno de desarrollo ya no estará limitado a los 4 GB de memoria RAM, sino que podrá cargar mucha más información, lo que se traduce en mayor estabilidad y funcionamiento más fluido. Gracias a ello, los desarrolladores podrán depurar mucho mejor los programas y aplicar soluciones mucho más complejas.

Visual Studio 2022 64 bits

Además, Microsoft también ha anunciado algunos de los primeros cambios que veremos, literalmente, en este IDE. La compañía ha preparado algunos cambios estéticos para que sea más cómodo trabajar con él, cambios como, por ejemplo, nuevos iconos más claros y legibles, nueva fuente «Cascadia Code«, temas mejorados y una mayor integración con las funciones de accesibilidad.

Microsoft también ha preparado su IDE para trabajar con el nuevo .NET 6, unificando así los framework de desarrollo de escritorio, web y móvil.

Otros cambios que encontraremos en la nueva versión de Visual Studio son:

  • Mejor soporte para C++, con nuevas herramientas y funciones.
  • Mejoras en los sistemas de depuración y diagnóstico.
  • Colaboración en tiempo real.
  • Inteligencia artificial gracias al motor IntelliCode.
  • Colaboración asíncrona gracias a Git y GitHub.
  • Función de búsqueda de código mejorada.
  • Mejoras en la versión de Visual Studio para Mac.

Disponibilidad

De momento, este nuevo IDE aún no está disponible para ningún usuario de forma pública, ya que aún se encuentra en fase de pruebas privadas. Este mismo verano, Microsoft lanzará la versión Public Preview de manera que todos los usuarios interesados puedan probar esta nueva versión de Visual Studio con soporte para 64 bits.

Si todo va bien, seguramente de cara a otoño de este mismo año ya tendremos disponible el nuevo Visual Studio 2022 en su fase final.

 
Fuente:
https://www.softzone.es/noticias/programas/visual-studio-2022-64-bits/

viernes, 2 de abril de 2021

Especiales My Naturewatch: la cámara "espía" de la naturaleza que puedes construir tú mismo con una Raspberry Pi

 

Probablemente alguna vez hayas sentido curiosidad por ver de cerca o captar una imagen de ese gorrión que de vez en cuando acude a tu balcón o terraza en busca de las posibles migas de pan o restos de comida. O del gato que se pasea por los tejados cercanos en las noches de verano. Quizás vivas cerca de la naturaleza y desees "cazar" una imagen de la fauna característica de tu zona.

¿Y si te digo que por menos de 30 euros uno puede conseguir sentirse un biólogo o como mínimo satisfacer la curiosidad por la fauna que nos rodea? El proyecto My NatureWatch lleva promoviéndolo desde 2018 con mucho éxito.

 

Todo comenzó con un programa de televisión de la BBC

SpringWatch es una estupenda idea de la BBC para acercar la vida salvaje del Reino Unido a todas las casas. Su primer episodio fue emitido el 30 de mayo de 2005.

Esa primera temporada quedo configurada con 12 episodios que se emitían en directo con ayuda de hasta 100 cámaras que recorrían diferentes puntos de la geografía del Reino Unido. El objetivo era mostrar de manera natural la vida salvaje que se abría paso en primavera.

 

Desde entonces, cada año, en las mismas fechas, alrededor de 3 millones de británicos quedan pegados a las pantallas cuando el directo de Springwatch arranca en la BBC Two. Durante los doce episodios de cada temporada, a razón de 3 por semana. Debido a su éxito, la idea del programa original se ha trasladado a otros momentos del año (otoño e invierno).

De entre las imágenes que se pueden ver en el programa hay algunas que proceden de cámaras ocultas o espía colocadas en sitios tan peculiares como nidos de aves, madrigueras o jardines.

Uno de los propósitos del proyecto My Naturewatch es provocar en la gente curiosidad y respecto por la fauna que la rodea en su entorno más cercano

Con ese punto de partida en mente, en 2017, miembros del Interaction Research Studio de Goldsmiths (Universidad de Londres) y del programa de diseño de productos del Royal College of Art, iniciaron conversaciones con el departamento de Historia Natural de la BBC, que eran los responsable de la creación del programa SpringWatch, para estudiar maneras de colaborar en el programa.

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Su objetivo era conseguir desarrollar un producto que estuviera al alcance de cualquier ciudadano y que encajara en la idea detrás del programa: conocer la naturaleza salvaje que nos rodea. En la temporada de la serie emitida en 2018 el grupo de trabajo dio a conocer su proyecto My Naturewatch, el cual pudieron a disposición de todo el que quisiera sumarse desde casa. 

El proyecto, de claro espíritu maker, fue mostrado en ferias, centros educativos y se llevaron a cabo diferentes acciones que le otorgaron mucha popularidad. Y ése era precisamente el propósito.

Andy Boucher, codirector del Interaction Research Studio en Goldsmiths, lo define como un proyecto que aspira a unir el interés por la fauna que rodea a las personas en su entorno más cercano con el que ya se tiene por la tecnología y la creación de una comunidad de curiosos de las imágenes que toman las cámaras DIY de otros miembros del proyecto.

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De hecho, el proyecto, no se ha detenido aquí. Se ha asociado a un programa de seguimiento de pequeñas aves que habitualmente encontramos en jardines de casas particulares y que con ayuda de tecnología RFID en sus anillas de identificación, se pueden mantener en seguimiento usando comederos que leen esas etiquetas.

Pero lo mejor del proyecto es que, hoy en día, cualquiera con cierto interés, curiosidad y una Raspberry Pi puede construirse su propia cámara espía de la naturaleza.

Cómo construir tu propia cámara espía de la naturaleza con el proyecto MyNaturewatch

My Naturewatch es un sistema integral DIY que usa cámaras básicas para, con ayuda de algoritmos de detección de movimiento y visión computerizada, capturar automáticamente imágenes de animales que pasan por delante de la cámara.

El sistema es una recreación muy básica y asequible de los sistemas de cámaras ocultas que se usan en documentales o por biólogos y profesionales. El proyecto incluye desde las instrucciones para poner en marcha el sistema al software necesario o consejos sobre dónde colocarlas y camuflarlas. 

Elementos del sistema My NatureWatch

El sistema básico puede conseguirse por unos pocos euros, alrededor de los 30. El mayor coste lo supone la Raspberry Pi correspondiente así como la cámara. El resto es básicamente hasta donde queramos llegar con nuestro sistema DIY.

My Naturewatch puede ser configurada en una Raspberry Pi Zero W , Pi 3A+, Pi 3B+ o Pi 4B. Lo ideal, por tamaño y consumo, es optar por el modelo Zero. Pero en cualquiera de ellas funciona perfectamente.

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Junto con la Raspberry Pi que escojamos solo necesitamos como componentes principales los siguientes:

  • Tarjeta microSD de no más de 64 GB preferiblemente.
  • Módulo de cámara para Raspberry Pi (desde 15 euros).
  • Algún disipador para la Raspberry Pi si no tenemos una carcasa que lo incluya.
  • Batería de tipo Power Bank.

El resto de elementos ya dependerán del diseño que queramos hacer para el "contenedor" del sistema, que deberá ser estanco para evitar que el sistema se estropee por el agua, pues la idea principal es que quede al aire libre por periodos largos de tiempo. 

Pasos a seguir para la construcción y puesta en marcha

Algo que debes tener en cuenta antes de empezar el proyecto es que la Raspberry Pi tendrá que ejecutar una distribución exclusiva que el proyecto My NatureWatch ha desarrollado para este propósito (básicamente un servidor con unas pocas funciones extras). Hacerlo es tan sencillo como con cualquier otra distribución que se instala en una RPi.

Nos descargamos en primer lugar la imagen de la distribución y posteriormente el software gratuito Etcher, con el cual vamos a grabar la imagen de la distribución en la tarjeta microSD. El proyecto advierte de que puede dar problemas con capacidades de más de 64 GB. Nosotros lo hemos realizado con una de 16 GB sin problemas.

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A continuación insertaremos la tarjeta microSD en la Raspberry Pi y, conectada a la alimentación (la batería externa, por ejemplo), se iniciará el servidor de My Naturewatch. Pasamos unos segundos ya podremos pasar a configurar el sistema.

Para hacerlo debemos conectarnos desde un ordenador o smartphone a la red Wifi que crea el software en la Raspberry Pi, del tipo MyNaturewatch-123456. La numeración será generada de manera automática y diferente por cada distribución. La contraseña es 'badgersandfoxes'.

Lo siguiente será ir a la dirección 192.168.50.1 usando un navegador y nos aparecerá la sencilla interfaz de My Naturewatch.

Mynaturewatch Using 00 Interface 02 Desktop Interfaz de la versión web en ordenador

Allí, además de ver en directo lo que registra la cámara, podemos iniciar la función de grabación de vídeo de toma de imágenes, las cuales quedarán registradas en la galería de la aplicación. Las imágenes o el vídeo solo se empiezan a registra cuando se detecta movimiento delante de la cámara.

El resto de opciones son igual de sencillas y permiten desde variar la orientación de la imagen a la sensibilidad del detector de movimiento o la exposición automática.

Mynaturewatch Using 00 Interface 05 Desktop

Esta configuración básica limita el acceso a la cámara cuando estamos dentro del alcance de la red Wifi creada por la Raspberry Pi. En caso de que queramos acceder a ella desde cualquier sitio con red debemos modificar algunos archivos de la distribución para hacer que se conecte directamente a Internet. 

La parte divertida: construir tu propia carcasa

Aunque desde el proyecto My Naturewatch dan consejos para construir una carcasa y protección para la cámara, una vez configurada la distribución llega la parte maker en la que pensar y construir nuestra propia carcasa.

Aquí es recomendable en primer lugar fijar la Raspberry Pi y cámara a un cartón o elemento rígido, el cual luego ya debemos introducir en un lugar estanco pues dentro deberá quedar, además de la propia RPi, la batería externa que alimentará el miniordenador. En el proyecto que nosotros hemos montado, una batería de 5000 mAh nos dio para toda una mañana de vigilancia, alrededor de las 8 horas.

My Naturewatch proyecto

El último paso ya es solo disfrutar y pensar en qué rincones cerca de casa, el patio, una excursión con recorrido circular o las zonas que se nos ocurran, podemos dejar bien camuflada nuestra cámara espía My Naturewatch y sentirnos un poco Rodriguez De la Fuente de la fauna que nos rodea.

Fuente:

https://www.xataka.com/especiales/my-naturewatch-camara-espia-naturaleza-que-puedes-construir-tu-raspberry-pi

 

 

 

 

 

 

sábado, 6 de marzo de 2021

Watchy y el dilema del hardware para amantes del 'móntatelo tú mismo'

 


El Open Source, como la vida, puede ser maravilloso. "Cualquiera" puede coger el kernel Linux, por ejemplo, toquetear su código y adaptarlo a sus necesidades. Si conocéis a alguien de vuestro círculo que lo haga, avisad.

Con el hardware Open Source ocurre algo parecido. La libertad que da tener diseños y código de componentes es fantástica, pero no parece que el mundo esté preparado (o más bien, dispuesto) para el triunfo del 'móntatelo tú mismo'. Nos gustan las cosas ya montadas y que funcionen. Al menos, que lo hagan razonablemente bien.

Watchy es maravilloso pero demasiado "crudo"

En estos últimos días ha salido a la palestra Watchy, un "reloj totalmente personalizable y Open Source con pantalla de tinta electrónica". El dispositivo es una especie de homenaje al legendario Pebble —aunque su pantalla no fuera realmente de tinta electrónica—, y como él la idea era la de lanzarlo en una plataforma de financiación colectiva.

El enfoque de este producto es algo distinto. El Pebble era un producto encantador que también presumía de tinta electrónica, pero era también un producto final que comprabas y funcionaba: no requería esfuerzo por parte del usuario.

Aquel proyecto recaudó más de 10 millones de dólares en 2012 y atrajo el interés (y dinero) de casi 70.000 personas en Kickstarter. Watchy no lo ha hecho del todo mal: ha recaudado casi 135.000 dólares en CrowdSupply gracias a los 1.405 usuarios que han confiado en el proyecto.

La diferencia fundamental está en el enfoque. Wachy —creado por la empresa SQFMI)— es un reloj inteligente que exuda libertad y Open Source por sus cuatro costados. El reloj ni siquiera se vende montado: en la caja te vienen sus principales componentes, que tú tienes que ensamblar con unas parcas instrucciones sobreimpresas en uno de los paneles de cartón que lo protegen. Bueno, también están en la web, claro.

Watchy2

Por supuesto no solo eso es peculiar en Watchy: el reloj está basado en un SoC ESP32-PICO-D4, que ofrece conectividad WiFi y Bluetooth LE y que se puede programar con plataformas como Arduino o MicroPython.

A ese chip se le unen elementos ya conocidos en otros relojes y cuantificadores: tenemos un acelerómetro y un sensor táctil para la detección de gestos, botones táctiles, un motor de vibración y un puerto micro USB para cargarlo.

Sin embargo lo más destacado es su panel monocromo de tinta electrónica o papel electrónico, que tiene una diagonal de 1,54 pulgadas y una resolución de 200 x 200 píxeles. Esa pantalla garantiza una autonomía notable por su bajo consumo (unas dos semanas, afirman sus creadores), pero también la capacidad de ser legible a plena luz del día gracias a las características de este tipo de tecnología.

Watchy 3

En la caja del reloj llegan separados la pantalla, el PCB (la placa con los componentes electrónicos), la batería de 200 mAh y una correa de tela. Montar todo debería llevar tan solo unos minutos y no es especialmente complicado a juzgar por los vídeos que muestran ese proceso (aunque las instrucciones de la caja parecen algo parcas).

Toda la documentación y especificaciones del dispositivo están publicadas en el sitio web del proyecto, que hace uso de una licencia OSHWA especialmente orientada a hardware Open Source, mientras que el código que hace funcionar todo está, cómo no, disponible en un repositorio de GitHub.

Fuentes:

https://www.xataka.com/relojes-inteligentes/watchy-dilema-hardware-para-amantes-montatelo-tu

Así puedes configurar un control remoto y seguro para Raspberry Pi

 Te proponemos una solución fácil de instalar y de poner en marcha para que puedas controlar a distancia tu Raspberry Pi y darle mil usos distintos. 


 

Una de las particularidades de Raspberry Pi es que sirve para muchas cosas, en su mayoría para tareas para las que no necesitas acceder directamente a la Raspberry Pi. Al menos mediante ratón y teclado, porque lo empleamos para tareas para las que ya contamos con mandos a distancia, controles de videojuego o un simple interruptor.

Pero en ocasiones, queremos acceder a la Raspberry Pi. Y hacerlo conectando teclado, ratón y/o monitor puede ser un engorro. La solución, configurar un sistema de control remoto que nos permita hacer cambios o configurar la Raspberry Pi desde la lejanía, empleando un ordenador, tablet o hasta un smartphone.

De soluciones de control remoto hay muchas. Es más, en la ayuda oficial de Raspberry Pi ofrece varias opciones clásicas, como VNC, SSH o rsync. Pero en la mayoría de los casos, hay que acudir al terminal o línea de comandos para manejarlos. Como alternativa, te proponemos remote.it.

Control remoto y mucho más

Para empezar, puedes instalar remote.it en Windows, macOS y Linux. También en la nube, en concreto en AWS (Amazon Web Services). Y lo que nos interesa en esta ocasión, tiene instaladores para Raspberry Pi, en forma de paquete para Raspbian y en forma de imagen preconfigurada con SSH, VNC y todo activado por defecto.

También tiene versión para Android, iPad y iPhone para que puedas acceder a dispositivos a distancia empleando HTTPS, SSH, TCP, RDP, VNC, Samba y otros protocolos. Y lo mejor de todo es que podemos utilizar este software gratis para uso personal.

Control remoto

Simplificando, remote.it permite gestionar dispositivos mediante control remoto. Y para ello emplea conexiones seguras, ya que crea una red privada tipo VPN para evitar accesos no solicitados.

En la práctica, con esta solución puedes conectar un dispositivo cualquiera a tu Raspberry Pi. Tanto por internet como por conexión inalámbrica o a través de redes móviles. Empleando protocolos y estándares varios, podrás ver el escritorio de tu Raspberry Pi o enviar órdenes y comandos sin conectarte por cable al dispositivo.

Instalar y configurar al instante

El proceso de instalación de remote.it es relativamente simple. Como comenté antes, tiene varios instaladores en función de la plataforma. Para Raspberry Pi, puedes instalar una imagen ya configurada en una tarjeta SD o instalar el paquete si ya tienes un sistema operativo instalado en tu Raspberry Pi.

Una vez instalado, puedes configurarlo vía línea de comandos o desde una interfaz web a partir del enlace find.remote.it. Si tu dispositivo de control remoto y tu Raspberry están en la misma red local, aparecerá en esa página.

Cartel de YouTube

Siguiendo las instrucciones oficiales podrás configurar y activar los protocolos que necesites para conectarte a distancia a la Raspberry Pi.

En definitiva, con remote.it podrás ver el escritorio de Raspberry Pi a distancia, realizar órdenes y aplicar cambios o incluso enviar o recibir archivos sin cables de por medio. Una manera práctica de controlar a distancia tu dispositivo esté donde esté.

 

Fuente:

https://hipertextual.com/2021/03/control-remoto-raspberry-remoteit

viernes, 5 de marzo de 2021

La Raspberry Pi Pico es un microcontrolador de 4 dólares con sorpresa: un SoC propio diseñado por la Raspberry Pi Foundation

 


Ya teníamos Raspberry Pi 4, Raspberry Pi Zero e incluso el maravilloso Raspberry Pi 400 como formatos de este prodigioso miniPC, pero ahora llega una nueva iteración llamada Raspberry Pi Pico.

La Raspberry Pi Pico no es tanto un microordenador como un microcontrolador. Una solución que permitirá trabajar en sistemas embebidos de todo tipo y aplicarlo a desarrollos de todo tipo, algunos tan ambiciosos como dispositivos médicos o coches autónomos. Pero esperad, porque la verdadera sorpresa es otra.

La RPi Foundation se convierte en fabricante de procesadores

La Raspberry Pi Pico está gobernada por un pequeño SoC que ha sido diseñado por los propios responsables de este proyecto. Se trata del RP2040, que cuenta con un procesador dual core ARM Cortex M0+ funcionando a 133 MHz, acompañado de 264 KB (¡no MB!) de RAM y 2 MB de almacenamiento integrado.

Rp2040

Ese SoC representa el nuevo papel de The Raspberry Pi Foundation como fabricante de semiconductores, y, en concreto, de SoC. Los responsables de este proyecto llevan trabajando en ello desde finales de 2016, y en septiembre de 2018 ya tenían un primer prototipo con el que empezaron a realizar pruebas.

El chip está fabricado con una litografía de 40 nm de TSMC, y además de esos dos núcleos destaca por tener una unidad PIO (Programmable I/O) que permite por ejemplo emular interfaces como las de las tarjetas SD o VGA.

Será interesante ver hacia dónde pueden dirigirse los pasos de la Raspberry Pi Foundation con este logro, pero desde luego representa un hito singular que podría acabar convirtiendo a esta empresa en un fabricante de SoCs especializados para sus dispositivos.

Esa integración vertical ya ha dado muy buenos resultados en el pasado a otras empresas. Es, salvando la distancias, lo mismo que Apple acabó haciendo con sus primeros Apple A4 (años después hemos acabado con los prodigiosos chips M1), y también lo que Samsung o Huawei han hecho: no solo fabrican móviles, sino también los SoC que los gobiernan en muchos casos (Exynos en Samsung, Kirin en Huawei). Es un comienzo modesto para la Raspberry Pi Foundation, pero uno prometedor.

Microcontroladores a tutiplén

Con esas especificaciones lógicamente las prestaciones son mucho más limitadas que las de las modernas Raspberry Pi 4, y de hecho su orientación es también muy distinta: la idea es aprovecharlo para proyectos de robótica, estaciones meteorológicas y otros proyectos de electrónica.

Esta pequeña placa no cuenta con un sistema operativo como tal que la gobierne: simplemente ejecuta los programas que pidamos que ejecute, y que pueden estar programados en lenguajes como MicroPython o C y que residen en un ordenador desde el cual los lanazmos (como un PC, un Mac o una RPi convencional).

 

De hecho la Raspberry Pi Pico no puede competir con la Pi Zero que a su vez cuesta tan solo 5 dólares, pero es que su función y prestaciones son otras. Esta pequeña placa hace uso de un GPIO de 3,3 V que lo habilita para trabajar con muchos otros componentes que trabajan a voltajes de 3 y 5 V, y destaca por una eficiencia fantástica: para pequeños proyectos es mucho mejor candidata que una Raspberry Pi convencional que consume bastante más energía, y que probablemente está sobredimensionada para esos escenarios.

Su pequeño tamaño y su orientación también hacen que no contemos con conectividad inalámbrica, y debemos pensar en este pequeño microcontrolador como un versátil elemento que en conjunción con un ordenador convencional (o una Raspberry Pi) puede habilitar un montón de proyectos de electrónica tanto para principiantes como para makers e incluso para proyectos industriales mucho más ambiciosos.

Pero más allá de eso, cuidado: ahora las Raspberry Pi Pico tienen su propio SoC. ¿Hacia dónde nos puede llevar eso? Ni idea, pero esto promete.

 

Fuente:

https://www.xataka.com/accesorios/raspberry-pi-pico-microcontrolador-4-dolares-sorpresa-soc-propio-disenado-raspberry-pi-foundation