Imagina un violín. Instrumento maravilloso si los hay, que demanda talento y experiencia no sólo para tocarlo, sino también para construirlo. Ahora, empieza a reducir su tamaño, a un punto tal que necesitas un microscopio. ¿Qué sentido posee un violín así? ¿Cómo se lo podría tocar? A decir verdad, el primer problema es escucharlo. En 1999, la Universidad Cornell creó un «nano-arpa» cuyas cuerdas no tenían más de 50 nanómetros de espesor, pero sus frecuencias eran demasiado altas. Y fue necesario esperar hasta el año 2010 para que la Universidad de Twente le diera forma a Micronium, el primer «nano-violín». El instrumento tuvo en su momento una demostración pública, a la que podemos apreciar en el siguiente vídeo, cerca de la marca de los cuatro minutos:
Por supuesto, esto suena mucho más sencillo de lo que en verdad es. Los tonos necesitan ser amplificados (diez mil veces el movimiento del resonador), y el sistema completo requiere una cámara de vacío, habilitando la posibilidad de modificar la longitud de las notas si se cambia la presión. Si el oído no me engaña, creo que en un momento de la demo reproducen la música de «El Equipo A»…
Fuente:
http://www.neoteo.com/micronium-el-instrumento-musical-mas-pequeno-del-mundo/
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