¿Vuelve el mamut lanudo? Un equipo en Harvard dice que sí
La posibilidad de resucitar al mamut lanudo
lleva flotando varios años en los medios. El descubrimiento de algunos
ejemplares y la disponibilidad de material genético relativamente
intacto se suman a nuevas técnicas de edición que dan a los expertos
niveles de precisión sin precedentes. ¿Pero cuánto tiempo más habrá que
esperar? De acuerdo a un equipo en la Universidad de Harvard, estamos a 24 meses de crear el primer embrión híbrido que combine ADN del mamut lanudo con el del elefante asiático.
Aún se discute sobre la razón principal detrás de su extinción, y los
científicos parecen estar bien divididos entre la caza y el cambio climático. Pero si hay algo que podemos decir con certeza sobre el mamut lanudo es que se perfila como el animal con mejores probabilidades de volver a caminar en el mundo. Algunos se preguntan “por qué”. Otros dicen “por qué no”.
Sin embargo, el punto es que la comunidad científica ha estado
trabajando con fuerza para lograr este objetivo. En más de una ocasión
fue demasiado optimista, y aún recuerdo que en 2011 un equipo japonés
anunció que el gigante estaría de regreso en cinco años. Ese plazo ha terminado, pero la Universidad de Harvard nunca dejó la carrera.
De acuerdo con el profesor George Church, el plan es crear un embrión híbrido que posea características del mamut lanudo y el elefante asiático, que dicho sea de paso, su existencia se encuentra amenazada. En otras palabras, no sería un “100 por ciento mamut”,
sino un elefante con detalles específicos como las orejas pequeñas, la
grasa subcutánea, el largo pelaje y sangre que le ayudará a resistir el
frío. La clave para este desarrollo se encuentra en la ya famosa
herramienta de edición genética CRISPR, a la que mencionamos en el
artículo sobre la creación de híbridos entre cerdos y humanos para el cultivo de órganos. El primer embrión podría estar listo en dos años, pero hay otros obstáculos a superar.
El más importante es el uso de un útero artificial. Debido al estatus
vulnerable del elefante asiático, la opción de una madre sustituta ha
sido descartada. En esencia, el híbrido de mamut sería “ex-vivo”,
algo que ya fue estudiado en ratones, pero que en el caso del mamut
podría demandar una década de trabajo adicional. En resumen: Dos años
para los embriones, diez para el útero artificial. A seguir esperando…
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