No queda ni un solo VHS en mi hogar. Calculo que debe haber algún que otro cassette de audio perdido por allí, y nada más que eso. La relación entre el consumidor general y el almacenamiento en cinta tal vez haya llegado a su fin, pero hubo desarrollos que intentaron extenderla aún cuando los discos duros y los DVDs habían comenzado a bajar sus precios. Si hacemos un poco de memoria, el DVD fue presentado formalmente en 1995. La idea de almacenar casi cinco gigabytes en un solo disco era impresionante, aunque a la hora de comparar densidad, la industria no tardó mucho en crear algo que desde cierto punto de vista, era superior. Lo irónico es que ese «algo» estaba basado en la tecnología que el DVD planeaba erradicar: El VHS. En el año 1998, JVC, Hitachi, Matsushita (Panasonic) y Philips se unieron para dar vida al D-VHS, que prometía películas en alta definición, con la familiaridad y la robustez del viejo VHS.
Los precios de los primeros reproductores D-VHS rozaban lo exorbitante, entre 1.500 y 2.000 dólares para ser más precisos, mientras que cada película oscilaba entre los 35 y los 45 dólares. Físicamente, un cassette D-VHS era casi idéntico a un VHS convencional, pero todas las diferencias se manifestaban en su funcionamiento. Además del gigantesco salto en calidad visual, los D-VHS tenían una especie de menú rudimentario para escoger episodios, y con el tiempo incorporaron tracks de audio Dolby Digital «y» DTS. Se calcula que menos de cien películas fueron lanzadas bajo D-VHS / D-Theater en los Estados Unidos, siendo «I, Robot» con Will Smith la última de ellas. Al momento de comparar calidad, no son pocos los que coinciden que el 1080i del D-VHS se acerca bastante a lo que vemos en Blu-ray hoy, tal vez un poco más «brillante» de lo normal, pero nada mal para lo que en esencia son cientos de metros de cinta magnética almacenados en un cassette.
Fuente:
http://www.neoteo.com/d-vhs-peliculas-hd-vhs-1998
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