El Open Source, como la vida, puede ser maravilloso. "Cualquiera" puede coger el kernel Linux, por ejemplo, toquetear su código y adaptarlo a sus necesidades. Si conocéis a alguien de vuestro círculo que lo haga, avisad.
Con el hardware Open Source ocurre algo parecido. La libertad que da tener diseños y código de componentes es fantástica, pero no parece que el mundo esté preparado (o más bien, dispuesto) para el triunfo del 'móntatelo tú mismo'. Nos gustan las cosas ya montadas y que funcionen. Al menos, que lo hagan razonablemente bien.
Watchy es maravilloso pero demasiado "crudo"
En estos últimos días ha salido a la palestra Watchy, un "reloj totalmente personalizable y Open Source con pantalla de tinta electrónica". El dispositivo es una especie de homenaje al legendario Pebble —aunque su pantalla no fuera realmente de tinta electrónica—, y como él la idea era la de lanzarlo en una plataforma de financiación colectiva.
El enfoque de este producto es algo distinto. El Pebble era un producto encantador que también presumía de tinta electrónica, pero era también un producto final que comprabas y funcionaba: no requería esfuerzo por parte del usuario.
Aquel proyecto recaudó más de 10 millones de dólares en 2012 y atrajo el interés (y dinero) de casi 70.000 personas en Kickstarter. Watchy no lo ha hecho del todo mal: ha recaudado casi 135.000 dólares en CrowdSupply gracias a los 1.405 usuarios que han confiado en el proyecto.
La diferencia fundamental está en el enfoque. Wachy —creado por la empresa SQFMI)— es un reloj inteligente que exuda libertad y Open Source por sus cuatro costados. El reloj ni siquiera se vende montado: en la caja te vienen sus principales componentes, que tú tienes que ensamblar con unas parcas instrucciones sobreimpresas en uno de los paneles de cartón que lo protegen. Bueno, también están en la web, claro.
Por supuesto no solo eso es peculiar en Watchy: el reloj está basado en un SoC ESP32-PICO-D4, que ofrece conectividad WiFi y Bluetooth LE y que se puede programar con plataformas como Arduino o MicroPython.
A ese chip se le unen elementos ya conocidos en otros relojes y cuantificadores: tenemos un acelerómetro y un sensor táctil para la detección de gestos, botones táctiles, un motor de vibración y un puerto micro USB para cargarlo.
Sin embargo lo más destacado es su panel monocromo de tinta electrónica o papel electrónico, que tiene una diagonal de 1,54 pulgadas y una resolución de 200 x 200 píxeles. Esa pantalla garantiza una autonomía notable por su bajo consumo (unas dos semanas, afirman sus creadores), pero también la capacidad de ser legible a plena luz del día gracias a las características de este tipo de tecnología.
En la caja del reloj llegan separados la pantalla, el PCB (la placa con los componentes electrónicos), la batería de 200 mAh y una correa de tela. Montar todo debería llevar tan solo unos minutos y no es especialmente complicado a juzgar por los vídeos que muestran ese proceso (aunque las instrucciones de la caja parecen algo parcas).
Toda la documentación y especificaciones del dispositivo están publicadas en el sitio web del proyecto, que hace uso de una licencia OSHWA especialmente orientada a hardware Open Source, mientras que el código que hace funcionar todo está, cómo no, disponible en un repositorio de GitHub.
Fuentes:
https://www.xataka.com/relojes-inteligentes/watchy-dilema-hardware-para-amantes-montatelo-tu
No hay comentarios:
Publicar un comentario